27 de abril de 2025

Perpetuidad

 


La bajada al aparcamiento fue infinita.

Curvas y más curvas que parecían no tener fin, como si estuviera metido en el interior de un tornillo que no hacía más que dar vueltas.

 

Aquello empezó a mosquearme, aunque ya había estado en ese aparcamiento en otras ocasiones, siempre que visitaba el centro comercial.

 

Lo elegía por la dificultad que entrañaba para acceder. Había que saber muy bien la ruta para poder llegar allí. Las sucesivas y permanentes obras en la ciudad habían convertido esa calle en una especie de lugar oculto pero que seguía teniendo uno de los aparcamientos mejor situados de la zona. Por eso me gustaba.

20 de abril de 2025

Trazos

 


El primero fue un escritor, un hombre con una mirada profunda, pero siempre con una especie de tristeza latente. Como si hubiera visto demasiadas historias desvanecerse y, a pesar de todo, no pudiera dejar de escribirlas. Tenía la mano firme, decidida. Yo era su compañero inseparable, como una extensión de su alma. Cada palabra que escribía se traducía en una marca en mí, una marca de propósito, de vida. Yo le ayudaba a expresar sus pensamientos, sus deseos, sus miedos. Y, en cierto modo, podía sentir sus emociones, reflejadas en cada trazo.

Las primeras veces fueron intensas.

13 de abril de 2025

Ballenas


La primera vez que sentí que algo profundo se ocultaba en el canto de las ballenas, no fue un instante de claridad, sino un susurro, como una corriente que se cuela entre las rocas.


Lo vi en su comportamiento, en la forma en que se movían, en sus pausas, en sus giros. Años de estudio en los océanos no me habían preparado para este descubrimiento. No era sólo su migración lo que me cautivaba, ni sus saltos impresionantes. Era algo mucho más sutil, algo que se encontraba entre las notas de su canto, en esos momentos de sonidos compartido.

 

El océano era vasto, pero en su interior algo me decía que las ballenas guardaban más secretos de los que la ciencia podría revelar. Era como si algo más, algo inexplicable, se moviera dentro de ellas.

6 de abril de 2025

Miradas


Ana no respira.


Hay un gran tumulto a la salida del puerto. Gritos, carreras, órdenes. El impacto contra el malecón ha convertido la barca en un amasijo de maderas y astillas. Se oyen sirenas de fondo y la tormenta estalla. La lluvia hace que los curiosos busquen refugio.


Ana permanece tumbada.


El agua que sigue cayendo copiosamente barniza las piedras del puerto dotándolas de un falso brillo.


Mario no se ha movido de su lado. Tiene un golpe en la cabeza, está empapado, pero sonríe. El brillo de las piedras también ilumina la sangre de su rostro. Ana abre los ojos. También sonríe.

30 de marzo de 2025

Poder


Catalina presionó el botón del ascensor con insistencia, como si al hacerlo pudiera acelerar el tiempo. El piloto se iluminó al fin. Se retrasaba y qué. Aquel tipo de detalles, insignificantes para ella, eran motivo de murmuraciones para otros. Nadie se atrevería a cuestionarla.

 

—¿Qué soy mala? ¡Qué sabrán esos de maldad!, pensó, mientras la puerta del ascensor se deslizaba hacia un lado, revelando un espacio lleno de miradas disimuladas.

 

Las dos secretarias la saludaron con una sonrisa cautelosa. Los dos rostros, pálidos y estirados, apenas lograban ocultar la tensión. Catalina sabía que la llaman la dañina.  

23 de marzo de 2025

Cirugía


—Esta es la última que me hago, se mintió frente al espejo.


No era la primera vez que lo decía, ni sería la última. Ya no sabía cuántas cirugías llevaba encima, cuántos retoques había sufrido su cuerpo, pero lo importante era que siempre quedaba una última, una que finalmente lograra llevarla a la perfección que tanto anhelaba.

 

Se miró un momento, analizando la nueva forma de su rostro, los suaves contornos que había conseguido con la última intervención. Las vendas apretaban su piel, pero no sentía dolor. O al menos no el tipo de dolor que le importaba. Sabía que se acercaba un poco más a la imagen de perfección que tenía en su cabeza.

 

El bisturí era su mejor amigo, su cómplice fiel.

16 de marzo de 2025

Metro

 


El profesor nunca fue un tipo común.

Desde la primera clase en la academia de inglés, ya se notaba que tenía algo especial o peculiar, más bien. Alto, muy delgado y con un acento británico tan marcado que parecía sacado de una película de espías antigua. Pero lo que más destacaba de él era su capacidad de contar anécdotas absurdamente increíbles con una naturalidad pasmosa.

Una tarde, mientras intentaba que habláramos sobre experiencias graciosas o situaciones extrañas, nos contó la historia de cómo, durante la huelga del metro en Madrid en 1976, había logrado hacerse con un rollo completo de billetes de metro. Lo dijo como quien comenta que ha encontrado una moneda tirada en la calle.

9 de marzo de 2025

Gasolinera

 


Estoy sentada en una incómoda banqueta frente a la caja.

 

El mar, siempre presente, parece burlarse de mí con su sonido constante. Lo oigo sin esfuerzo, como si el viento, que no ha dejado de soplar desde esta mañana, me lo susurrara al oído. Pero no es el mar lo que me inquieta, sino esa sensación de que el tiempo hoy ha decidido que no se mueve. Las agujas del reloj están detenidas, tomándose un descanso, dejándome atrapada en este eterno instante de espera.

 

Miro hacia el contador: dos personas han parado aquí desde que empecé el turno.

 

Dos.

 

Es todo lo que ha pasado en este rincón olvidado de la carretera.

2 de marzo de 2025

Concurso

 


Los participantes comprueban sus turnos en el monitor.

 

La sala respira un silencio tenso, como si todos estuviéramos esperando que una bomba explotara. Pero no, sólo son los turnos del concurso de la consulta del médico.

 

Los dígitos comienzan a moverse, y un pequeño suspiro colectivo llena el aire. Cada segundo que pasa parece más largo que el anterior.

 

El señor que tengo al lado está al borde de un ataque de nervios, como si la suerte de su vida dependiera de una combinación de cifras y letras en una pantalla digital. Su mirada se clava en el monitor, como si pudiera hacer que su turno apareciera simplemente con la fuerza de la voluntad. No quiere perder ni un detalle y mantiene sus papeles pegados al rostro.


23 de febrero de 2025

Noche


Aquella fue una de las noches más divertidas que pasé junto a él. No recuerdo haber parado de reír ni un solo minuto.

Le miraba y reía, nos mirábamos y reíamos. Era un sinfín de bromas, una danza de carcajadas que ninguno de los dos quería detener.

 

El mundo podía derrumbarse, pero en ese pequeño universo de risas todo estaba bien. Sus ojos chispeaban bajo la luz tenue de las farolas, reflejando la alegría desbordante de un instante perfecto.

 

—Para, para, por favor… —le supliqué entre jadeos, llevándome una mano al pecho—. Me va a dar algo de tanto reír.


16 de febrero de 2025

Mentira



Cuando yo era pequeño me gustaba sacar la lengua desde la ventanilla de atrás del coche de mi padre.

Me resultaba muy divertido, sobre todo en las paradas de los semáforos, mirar a los coches que se ponían a mi lado, yo siempre viajaba en el lado derecho, y cuando llegábamos al semáforo, sacaba la lengua. Abría mucho la boca para que mi gesto fuera más provocador aún. Notaba como mis labios se tensaban, mi boca alcanzaba su máxima apertura y las comisuras estaban a punto de estallar.

 

Era un gesto que duraba muy poco tiempo, apenas segundos, pero que a mí me resultaba de lo más obsceno. Pensaba que era un niño muy malo que traspasaba todas las reglas. Era un caso perdido.


9 de febrero de 2025

Eterna

 


De nuevo miró por la ventana del balcón de su habitación. La mañana era clara, aunque en el cielo persistían las nubes. Paseando hacia la entrada del parque, una señora guiaba a tres niños. ¿Serían sus hijos o sería una doncella que los acompañaba al jardín?

Percibió una sensación extraña en su cuerpo. El no haber sido madre era una idea que siempre estaba en su cabeza, torturándola. 

Eran dos varones y una hembra. Reían. Llevaban unos grandes aros que hacían rodar sobre la gravilla del camino de entrada, hacia la fuente. La niña abrazaba una muñeca enorme para su edad.

2 de febrero de 2025

Efímero



La tarde del segundo jueves de cada mes nos reuníamos en el parque. Solo eran cuatro horas las consentidas por las autoridades, un pequeño respiro en el interminable tapiz de días grises y cielos cubiertos. 
 
Los edificios, monolitos de hierro y cristal, se replegaban unos metros sobre su emplazamiento para permitir que la luz y el aire inundasen ese espacio. Era como si el propio paisaje se inclinara ante nosotros, regalándonos un momento de tregua, un instante de reconciliación con la naturaleza que apenas recordábamos.
 
Respirábamos. 

26 de enero de 2025

Abismo

¿Qué pensarías de alguien que te ve y te ignora? 
¿Qué pensarías de alguien con quien has llenado horas de conversaciones y no tiene una sola palabra para ti? Cada silencio pesa más que las palabras dichas.
 
¿Qué pensarías de alguien que decía que eras sus ojos y ahora evita la mirada?
 
Pero yo ya no pienso nada.

19 de enero de 2025

Memoria


Abbas volvía del puerto cargando sus envases, como lo había hecho tantas veces que su memoria ya era incapaz de contarlas. Caminaba con pasos lánguidos y fatigados, cada uno repleto no solo del peso de los recipientes, sino de una vida entera.

Estaba cansado.

Su vida había sido larga, pero no provechosa. Así era como lo sentía él, lamentaba que los años hubieran pasado sin dejar una huella que valiera la pena recordar.

De nuevo, echó en falta el hijo que debía continuar su tarea, sabiendo que era un pensamiento improductivo.

12 de enero de 2025

Viaje



La última vez que visité el pueblo noté que había cambiado su olor.
 
Puede parecer una tontería, pero cuando llegué a la estación y recogí la maleta, miré varias veces el letrero de las taquillas donde se anunciaba el nombre de la población, como si necesitara cerciorarme de que realmente estaba en mi destino.
 
Solo percibía ese olor neutro de los pueblos de paso. Un olor que huele a todo y a nada, a algo permanentemente provisional. Como si la esencia de ese lugar se hubiese diluido en el tiempo, como si las calles, las casas y los campos hubieran perdido su identidad, y con ello, yo perdía la mía también.

5 de enero de 2025

Navidad

 


Abrimos la oficina. Son las ocho de la mañana, y el aire aún está impregnado de esa calma extraña que traen los días casi festivos. Todo está en silencio, como si el mundo hubiese decidido detenerse un momento para respirar.


Sabemos que será un día corto, lleno de compromisos y rituales que se repiten año tras año, como una costumbre que ya ni cuestionamos.

Es de noche todavía. El cielo, perezoso, no muestra ni un atisbo de luz.


Entonces lo veo.


Un niño, muy pequeño, de apenas dos o tres años, camina solo por la calle con paso tranquilo. Pijama de muñecos, descalzo y con chupete.

1 de enero de 2025

Volver



A veces, uno necesita desconectarse para volver a empezar. 

Después de una larga pausa, regreso a este espacio que durante muchos años fue hogar para mis pensamientos y reflexiones. 

Compartir mis ideas se convirtió en un proceso tan natural como respirar. 

Durante el tiempo que no he estado, me he dedicado a otros proyectos personales y profesionales que requerían toda mi atención y que muchos fueron una consecuencia directa de este blog y de su antecesor En aquella isla solitaria.